Hola hola!! Estreno el blog con este tema que me parece tan interesante y tan mancillado a la vez.
Os explico la filosofía de este blog:
Llevo como 16 años trabajando en la imagen personal, pero en todo este tiempo seguí formándome en el ámbito de la biología y salud ambiental.
Esto me ha ayudado a ver que hay mucho márketing en el mundo de la farmacia y cosmetología: verdades a medias, utilización de la ciencia o nombres científicos para vender más pero sin tener efectos directos. Marcas en las que casi la totalidad del precio del producto es por la reputación de la marca o su márketing pero que no tiene mejores efectos que un producto de no más de 10€ etc.

Mis posts se van a fundamentar en el método científico, es decir, en datos de asociaciones de expertos o últimos estudios cuyos links os iré adjuntando para que consultéis. Pero nunca me fundamentaré en expertos que puedan vivir de la venta directa de un producto, como por ejemplo un dermatólogo de famosas que sale por TV o escribe para alguna revista de belleza, casi seguro que está vendido por cualquier marca y te recomendarán lo que les haga ganar dinero especialmente o uno que trabaja en la fabricación de cosméticos. Os enseñaré a leer etiquetas, a conocer compuestos buenos, malos y sin efectos y a quitaros la venda de los ojos en cuanto al precio que pagáis por un cosmético.
Para ello empezaré recomendándote esta entrada de la Academia Española de Dermatología y Venereología en la que en resumidas cuentas nos indican que el coste de un cosmético no guarda relación con su eficacia y una crema nunca puede rebatir la flacidez ya que esta se desarrolla en capas muy profundas (grasa y músculo) en las que las cremas no llegan.
Imagino que sabréis que la absorción de cremas en piel es prácticamente superficial, su diana queda reducida a casi exclusivamente la epidermis, en este blog lo mencionan también, y que hay muchas moléculas como por ejemplo el ácido hialurónico que son más grandes que la propia vía de entrada en la piel y que prácticamente no son absorbibles. En este caso, hay estudios en los que el ácido hialurónico de bajo peso molecular sí que parece tener efecto y es el que imagino se está utilizando en las formulaciones de cosméticos.
Mantenimiento de una piel sana
¿Que es lo que nos recomienda la Academia Española de Dermatología y Venereología para el mantenimiento de una piel sana?.
Pues son 5 factores los clave para ello:
- Protección solar: Los rayos UV son los que aportan un mayor peso en el envejecimiento de nuestra piel, además de ser muy peligroso. Para pieles no muy claras y sin problemas pigmentarios con una crema diaria con factor de protección 15 fps es suficiente (la mayoría de cremas hidratantes o maquillajes lo llevan). Pero si tu piel es clara ya deberíamos de utilizar de forma diaria un factor de 30 fps en cualquier estación de año y en casos con problemas reales de fotopigmentación o fotosensibilidad tendríamos que utilizar factores de 50 fps.
Recordad que tanto el exceso como el defecto no es bueno, pues los rayos solares también son importantes para la generación de vitamina D y por lo tanto tampoco es bueno que no nos entre nada de luz en la piel (Fuente). - Dieta: Comer mucha fruta y verduras y pocas grasas animales
- Evitar el estrés: Es de los factores de más de peso en cualquier patología.
El estrés nos mata lentamente. - Hidratar la piel: A base de cremas además de mantener una buena hidratación mediante ingesta de agua o la dieta.

Puntos clave para elegir y utilizar un cosmético
También nos hablan de puntos claves sobre la elección de un cosmético
- Su precio no va ligado a su efectividad.
- Lo imposible es imposible (la flacidez ni patologías cuyo origen no se encuentra en la piel no se pueden combatir con cremas).
- Constancia. Sin un uso continuado no podemos mejorar o evitar el problema
- Moléculas que han demostrado su efectividad: Vitamina C y E, hidroácidos, coencima Q10, kinetina, retinoides, algunos péptidos (proteínas).
Respuestas a preguntas frecuentes
Más información sobre el uso de cremas y el cuidado de la piel la podemos encontrar en el blog del dermatólogo Ricardo Ruiz Rodríguez. En esta entrada podemos encontrar información sobre preguntas típicas que nos hacemos y conceptos que tenemos erróneos. Y ¿qué es lo que nos dice?
- Una buena higiene es muy importante. El agua hace el 80% del trabajo y el restante nuestro limpiador. Lavándote la cara eliminas polución, micropieles muertas y grasa en exceso que no deja respirar a nuestra piel. Se recomienda 1-2 veces al día y especialmente por la noche. Más de dos veces puede ser perjudicial y siempre lavarse con el agua justa y con agua fría.
- Se recomienda empezar a usar cremas antiedad a partir de los 30. Algo en lo que coinciden la gran mayoría de dermatólogos es en el uso de cremas con vitamina C, retinol y ácido glicólico para evitar el envejecimiento. Y siempre, siempre protegerse del sol pues los rayos UV son los mayores responsables del fotoenvejecimiento.
- Lo natural no tiene porque ser mejor. Al igual que en los medicamentos depende de la concentración del compuesto y de la formulación en sí.
- Las cremas corporales no deben utilizarse en el rostro pues su formulación no tiene en cuenta la formación de acné ya que son zonas donde este no suele desarrollarse y por lo tanto una crema corporal puede aumentar la formación de granitos.
- Las cremas de protección solar disminuyen la eficacia cuando caducan así que nos recomienda tirarlas. En este punto daré mi aportación personal y es que en este caso depende del factor de protección, tiempo que haga que ha caducado y uso. Como bien dice disminuye la eficacia pero no deja de servir, no es un alimento que pueda desarrollar bacterias patógenas que puedan poner en riesgo nuestra salud o un medicamento que deje de tratarnos una enfermedad. Por poner un ejemplo, tienes una crema de factor 50 fps que caducó en septiembre de 2019. Lógicamente no te sirve para irte a la playa a tomar el sol este verano, pero puedes seguir usándola el resto del año debajo del maquillaje o como protector diario por ejemplo, porque, como hemos dicho, se recomienda un factor mínimo de 15 fps o 20 fps para salir a la calle de diario, y en unos meses una crema de factor 50 fps o 30 fps dudo mucho que disminuya tanto su eficacia como para estar por debajo de 10 fps. Además, debemos de ser responsables con nuestro consumismo. En este siglo y con la cantidad de problemas medioambientales que tenemos hemos de ser consecuentes con lo que gastamos y tiramos.
Moléculas que nos aportan hidratación
Cuando una piel está deshidratada la notamos apagada, sin elasticidad ni suavidad y arrugas de deshidratación. Son diversas las causas de la sequedad, pero lo que tienen en común es una pérdida de agua y lípidos. Es por ello, que la mejor manera de afrontar la deshidratación es evitando la pérdida de agua y reestableciendo la cantidad de lípidos (sérums, cremas de noche).
La ADV nos habla de hidratación en esta entrada. Las fórmulas de las cremas de día suelen llevar componentes para la hidratación y las de noche para la nutrición, por lo que deberemos de fijarnos en las etiquetas de nuestras cremas de día o cremas corporales para ver si contienen componentes que efectivamente ayudan a hidratar. Estos componentes son:
- Glicerina, sorbitol y propilenglicol como retenedores del agua.
- Urea y alfahidroxiácidos (especialmente el ácido láctico) retienen el agua y mejoran la unión del agua y las células.
- Vaselina, lanolina, escualeno y cera de abeja evitan la evaporación del agua.
- Colágeno, ácido hialurónico, ceramidas, vitaminas (B,A, carotenos, E, C, H y D).
Saber leer etiquetas para que no nos engañen
Esto es crucial porque con esto de las cremas antiedad y demás tenemos el problema de que es difícil valorar su eficacia en sí a largo plazo.
¿Cómo saber si con el uso continuado de una crema tu piel se ha mantenido mejor que sin ella? es algo imposible, nos limitamos a guiarnos por su imagen , reputación y textura y lo peor es que, como en los productos de cuidado del cabello, se utilizan moléculas de relleno que aunque tiene un efecto visual directo y a corto plazo, están muy lejos de tratar nuestra piel, aunque a simple vista nos lo parezca.
Leer etiquetas es más fácil de lo que nos pensamos. Nos perdemos en la larga lista de ingredientes con nombres científicos y en inglés pero lo cierto es que es muy sencillo.
Busca qué necesitas (hidratación, antiedad, nutrición) y qué moléculas ayudan a ello (en el post te he hablado de ellas). Generalmente están con su nombre químico y muchas veces están sus derivados pero suenan parecido.
Y por último, y más importante, fíjate en el orden en el que aparecen en la lista de ingredientes, ya que, el primero de todos los ingredientes siempre es el de más proporción en la mezcla y el último el que menos. Así podrás saber si tiene mucho o poco de lo que te interesa. Descubriréis que muchísimas cremas te venden por ejemplo «crema con vitamina C» y después resulta que de sus 20 ingredientes, la vitamina C esta entre los tres últimos (con los alimentos pasa lo mismo, juegan con que no te mienten… efectivamente esa crema llevaba vitamina C, pero la proporción era ridícula, mucho perfume, alcoholes y otras cosas pero no lo que te interesaba inicialmente).
Resumiendo…
Cuídate, protégete del sol y lee etiquetas:
Mantén una buena higiene. Usa una crema diaria para el cuidado de tu piel con factor de protección solar que mantenga la hidratación con cremas que contengan glicerina, sorbitol, propilenglicol, urea, alfahidroxiácidos (especialmente el ácido láctico), vaselina, lanolina, escualeno, cera de abeja, colágeno, ácido hialurónico, ceramidas o vitaminas (B,A, carotenos, E, C, H y D).
En el caso de pieles muy secas se puede complementar con aceites corporales que recomponen la concentración de lípidos en nuestra piel y le aportan flexibilidad (en el caso del rostro serían o serúms o cremas de noche especialmente oleosas).
Si tienes más de 30 utiliza cremas que contengan vitamina C*, acido glicólico o retinol para evitar el envejecimiento y protégete más si cabe del sol.
*La vitamina C se absorbe con dificultades en piel por lo que es importante mantener una exfoliación de 1 vez a la semana para que el producto penetre bien. Es más efectivo mantener un buen aporte de vitamina C a través de la ingesta de frutas y verduras que su aplicación a través de cremas. En este blog de dermatología nos hablan de ello y en esta entrada que yo misma redacté sobre la bioquímica de la vitamina C podéis encontrar más información al respecto.

Y… esto es todo!. Espero que os haya aportado mucho esta primera entrada.
Si te has quedado con dudas sobre la composición de tus cremas puedes comentarlo a través de comentarios e incluso dejar las imágenes para que podamos entre todos hacer una valoración y aprendamos un poquito más.
¡Te espero en comentarios!